Recién salido de una victoria que demostró cuán equivocados pueden estar las encuestas y los principales medios de comunicación cuando se trata de pronósticos electorales, el senador estadounidense Lindsey Graham tuvo un consejo acertado para el presidente Donald Trump cuando se trata de la carrera presidencial aún indecisa:
No se rinda. El futuro no se lo puede permitir.
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“Esta es una elección disputada”, le dijo Graham a Maria Bartiromo de Fox News en “Sunday Morning Futures”.
“Los medios no deciden quién se convierte en presidente. Si lo decidieran, nunca jamás tendrías un presidente republicano, así que los descartamos”, dijo Graham.
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El senador de Carolina del Sur obviamente sabe un par de cosas sobre cuán cautelosos pueden ser los medios de comunicación cuando se trata de la cobertura de temas nacionales.
Además de ser un blanco republicano de los ataques liberales, fue testigo de primera fila como miembro del Comité Judicial del Senado en 2018 cuando la alianza impía de políticos demócratas y la información absolutamente sin escrúpulos de los principales medios como The New York Times intentaron destruir al nominado a la Corte Suprema Brett Kavanaugh en un asesinato de carácter llevado a cabo a la vista del público que miraba.
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Tan recientemente como en los últimos meses, Graham fue retratado como el perdedor de algunos números de las encuestas frente a su bien financiado retador demócrata, Jaime Harrison, expresidente del Partido Demócrata de Carolina del Sur.
Harrison, que recaudó un increíble 57 millones de dólares en el último trimestre de su campaña contra Graham, según CNN, fue ampliamente visto en las encuestas y los principales medios de comunicación como una buena oportunidad para sacar al veterano senador republicano de su cargo.
Los demócratas se enfocaron en Graham debido a su defensa de Kavanaugh en 2018 y, ahora que es el presidente del Comité Judicial, su exitoso manejo de llevar a cabo la nominación de la ahora jueza Amy Coney Barrett.
Pero cuando llegó el día de las elecciones, a pesar del asombroso gasto de los liberales, y a pesar de las encuestas que lo mostraban aproximadamente a la par con Harrison, Graham logró una victoria de 10 puntos, según The New York Times.
Entonces Graham sabe cómo son las elecciones difíciles. Él sabe cómo son los implacables ataques de los principales medios de comunicación — al igual que Trump.
Y sabe lo que está en juego para seguir luchando, y las razones para seguir luchando — incluso si las principales cadenas de noticias y The Associated Press están trabajando para convencer a los estadounidenses de lo contrario dando la victoria de la carrera presidencial a Biden definitivamente.
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“Si los republicanos no desafían y cambian el sistema electoral de Estados Unidos, nunca volverá a ser elegido otro presidente republicano. El presidente Trump no debe ceder”.
Era un mensaje hablado en tercera persona, como si Graham simplemente estuviera comentando la situación. Pero es fácil ver que también estaba enviando un mensaje directamente a la Casa Blanca.
“Estamos a menos de 10.000 votos [de diferencia] en Georgia. Va a ganar en Carolina del Norte. Hemos pasado de 93.000 votos [a diferencia] a menos de 20.000 votos en Arizona, donde [hay] más votos que contar.
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“Hay acusaciones de falla del sistema, fraude.
“Siga luchando por cada voto legal y vivo”.
Ese “voto vivo” no fue una broma. Graham citó a Pensilvania como un estado donde los cementerios aparentemente también son distritos electorales, así como un “fallo técnico” en un programa de computadora utilizado en Michigan que literalmente cambió los votos republicanos por votos demócratas. La máquina de Tammany Hall de Boss Tweed sería envidiosa.
“Tenemos evidencia de seis personas en Pensilvania que se registraron después de su muerte y votaron después de su muerte”, le dijo Graham a Bartiromo.
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“A mis colegas republicanos: Tenemos que seguir luchando o aceptaremos nuestro destino. Quiero que Pennsylvania le explique al pueblo estadounidense cómo seis personas, después de su muerte, pueden registrarse y votar en Pennsylvania.
“Quiero que se examinen los sistemas informáticos de Michigan que cambiaron los votos republicanos a votos demócratas. Y el software se utilizó en todo el país.
“Hay un montón de travesuras aquí”.
Nada en el año 2020 ha sido seguro, por supuesto, desde que el coronavirus migró desde China para causar estragos en el mundo — y en las elecciones presidenciales estadounidenses.
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Pero Graham tiene razón. No importa cuántas cadenas “convocan” las elecciones, y no importa cuántas emisoras de radio y televisión insistan en pronunciar las palabras “Presidente electo Joe Biden”, la elección no termina hasta que el Colegio Electoral vota en diciembre y la Cámara de Representantes certifica ese voto en enero.
Hasta que eso suceda, el ganador de la votación de 2020 está indeciso, y Trump y sus partidarios deben recordar las palabras de Hillary Clinton en el período previo a la votación: “Joe Biden no debe ceder bajo ninguna circunstancia”.
Hay que completar el conteo de votos. Existe la posibilidad de recuentos en estados reñidos. Y hay recusaciones judiciales por decidir.
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En resumen, hay mucho tiempo para que ocurran acontecimientos que bien podrían cambiar esta elección y poner a Trump en la Casa Blanca por cuatro años más.
Es lo que necesita la economía del país. Como el reciente y notable progreso hacia la paz en Oriente Medio ha demostrado, es lo que el mundo necesita.
Y ahora no es el momento de rendirse — ni mucho menos.
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