Mira: Las palabras de despedida de Donald Trump ofrecen esperanza para el futuro

El martes, el expresidente Donald Trump ofreció a los estadounidenses un mensaje de esperanza para el futuro en un discurso de despedida horas antes de que debía entregar las llaves del Despacho Oval al presidente entrante Joe Biden.

Después de tres años de paz y prosperidad incomparables, el país se sumió en un caótico descontento en medio del último año de Trump en el cargo — sin culpa del expresidente.

Entre la pandemia de coronavirus, los disturbios y protestas por todo el país por parte de la izquierda, el asalto sin restricciones de los principales medios de comunicación y una elección que siempre tendrá a millones de personas rascándose la cabeza, la resistencia y el optimismo de Trump como hombre y líder nunca fueron desafiados.

Trabajó día y noche, y nunca vaciló — y no estaba dispuesto a comenzar a hacerlo el martes. De hecho, el expresidente dijo en términos inequívocos que lo mejor está por llegar.

“Compatriotas estadounidenses: hace cuatro años, lanzamos un gran esfuerzo nacional para reconstruir nuestro país, renovar su espíritu y restaurar la lealtad de este gobierno a sus ciudadanos. En resumen, nos embarcamos en una misión para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande, para todos los estadounidenses”, afirmó.

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“Al concluir mi mandato como el 45º Presidente de los Estados Unidos, estoy ante ustedes verdaderamente orgulloso de lo que hemos logrado juntos. Hicimos lo que vinimos a hacer aquí, y mucho más”.

Trump rindió homenaje a su familia, sus asistentes y todos aquellos que jugaron un papel en el éxito histórico de su administración. Tampoco se olvidó de quitarse el sombrero ante el pueblo estadounidense y aquellos que lo han apoyado en las buenas y en las malas.

“Sobre todo, quiero agradecer al pueblo estadounidense. Ser su presidente ha sido un honor indescriptible. Gracias por este extraordinario privilegio. Y eso es lo que es: un gran privilegio y un gran honor”, dijo.

Trump, quien es todo un luchador, desafió los resultados de las elecciones presidenciales hasta que se buscaron todos los remedios legales y, como prometió, cumplirá su compromiso de una transferencia pacífica del poder el miércoles, cuando Biden tomará posesión ante decenas de miles de soldados en Washington, D.C.

Quizás ningún momento ha sido más desafiante para los partidarios del expresidente que los últimos dos meses, y quizás ninguno más difícil que las últimas dos semanas.

Trump ha sido acusado de incitar una incursión en el edificio del Capitolio el 6 de enero. La mayoría demócrata de la Cámara de Representantes incluso lo impugnó por segunda vez la semana pasada.

Pero ni los momentos feos ni las elecciones divisivas definirán la presidencia de Trump. Los últimos cuatro años serán recordados como un período en el que se hizo sentir a los estadounidenses comunes como si sus voces fueran importantes en Washington. Es porque esas voces fueron escuchadas por un hombre que nunca fue celebrado con orgullo por las élites de Washington, D.C.

A pesar de la reciente división dentro del Partido Republicano y entre los conservadores, Trump creó un movimiento que lo sucederá, que el expresidente reconoció con un sentimiento de esperanza cerca del final de su discurso de despedida.

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“Palabras finales pero no las últimas de uno de los presidentes más grandes de la historia de Estados Unidos. Donald J. Trump. Nunca dejará de luchar por Estados Unidos”, tuiteó un usuario.

🚨Final Words but Not The Last Words from one of the greatest Presidents in the history of America.

Donald J. Trump

-He never will stop fighting for America pic.twitter.com/Zi4spK6U83

— Malachi (@malachiobrien) January 19, 2021

“Luché por ti, luché por tu familia, luché por nuestro país. Sobre todo, luché por Estados Unidos y todo lo que representa — y eso es seguro, fuerte, orgulloso y libre”, dijo.

“Ahora, mientras me preparo para entregar el poder a una nueva administración el miércoles al mediodía, quiero que sepan que el movimiento que comenzamos apenas está comenzando. Nunca ha habido nada igual. La creencia de que una nación debe servir a sus ciudadanos no disminuirá, sino que se hará más fuerte día a día”.

“Mientras el pueblo estadounidense mantenga en su corazón un amor profundo y devoto por el país, no hay nada que esta nación no pueda lograr. Nuestras comunidades prosperarán. Nuestra gente prosperará. Nuestras tradiciones serán apreciadas. Nuestra fe será fuerte. Y nuestro futuro será más brillante que nunca”, añadió el expresidente.

“Salgo de este majestuoso lugar con un corazón leal y alegre, un espíritu optimista y una confianza suprema de que para nuestro país y para nuestros niños, lo mejor está por llegar”, dijo con optimismo.

“Gracias y adiós. Dios te bendiga. Dios bendiga a los Estados Unidos de América”, concluyó Trump.

Trump creó un plan para el éxito tanto para el Partido Republicano como para el pueblo estadounidense. Aún está por verse si el país o el sistema republicano seguirá esa hoja de ruta.

Pero el espíritu de lucha de Trump sigue vivo en el movimiento America First (Estados Unidos Primero), y uno tiene la sensación de que no hemos visto lo último del hombre que comenzó todo al impactar al mundo un martes de noviembre de 2016.

A pesar de su capacidad para incitar a sus oponentes políticos contra él como ningún otro presidente, Trump atrajo la adoración de millones de estadounidenses — muchos de los cuales habían renunciado al sistema de gobierno de nuestro país.

Al observar su mandato en el cargo en su totalidad, no sorprende que el expresidente salga el miércoles ofreciendo un mensaje de tanta esperanza y optimismo.

Si bien hay muchas luchas por delante para los conservadores, debemos, como Trump dijo, creer que nuestros mejores días están por delante.

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