El líder sindical latinoamericano César Chávez ha sido anunciado durante mucho tiempo como un héroe por miembros de la izquierda progresista.
Pero como un partidario hispano del presidente Donald Trump señaló en junio, Chávez probablemente estaría de acuerdo con una de las posiciones políticas de Trump que la izquierda odia más que todas.
La posición de Chávez sobre la inmigración ilegal tiene más en común con los puntos de vista de Trump sobre el asunto que con las posiciones que hoy tienen los liberales, dijo.
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Durante una protesta el 23 de junio fuera de un evento de Estudiantes por Trump en Phoenix en el que habló el presidente, el partidario hispano de Trump se apresuró a señalar esto a los manifestantes anti-Trump presentes.
The Western Journal estaba allí cuando el contra manifestante dio conocimiento sobre el Partido Demócrata, Chávez y la inmigración ilegal.
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“El Partido Demócrata nos ha decepcionado durante años. Mi abuelo era demócrata. Marchó con César Chávez”, dijo el contra manifestante.
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“Fue una de las personas que luchó por los derechos de su pueblo. ¿Pero sabes que? A César Chávez no le gustó la inmigración ilegal porque eso destruyó los salarios de los chicanos que nacieron en este país. Mucha gente no lo sabe”.
“Mucha gente no sabe que César Chávez apoyaría la posición anti inmigración ilegal de Trump y eso es un hecho. Búscalo”.
Un manifestante anti-Trump argumentó que algunos inmigrantes indocumentados son refugiados que necesitan la ayuda de Estados Unidos, pero el apasionado partidario Trump tuvo una respuesta aguda para este razonamiento.
“Creo que Estados Unidos defiende la libertad en todo el mundo, pero no podemos resolver los problemas de todos. ¡Tenemos que asegurarnos de resolver los problemas de Estados Unidos!” el partidario de Trump exclamó.
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Luego, un manifestante anti-Trump hizo su propia afirmación.
“César Chávez no enviaría a la gente a la muerte y nosotros tampoco deberíamos”, dijo el manifestante.
En realidad, Chávez era mucho más rabiosamente anti inmigración ilegal que Trump. De hecho, Chávez supuestamente recurriría a la violencia innecesaria en su campaña para combatir la inmigración ilegal.
Un artículo de Revisión Nacional de 2017 describió en detalle las tácticas que Chávez y United Farm Workers Union (la organización para trabajadores agrícolas en los Estados Unidos), que él fundó, supuestamente usaban para combatir la inmigración ilegal.
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“La Campaña sobre ilegales no sólo denunció a los ilegales a las autoridades federales (indiferentes). César envió a su primo, el exconvicto Manuel Chávez, a la frontera para establecer una ‘línea mojada’ (como en ‘mojados’) para hacer el trabajo que no se le permitía a la Patrulla Fronteriza”, informó la Revisión Nacional.
“A diferencia de los Minutemen de hace unos años, que llegaron a la frontera con nada más que reposeras y binoculares, las patrullas de United Farm Workers estaban dispuestas a usar métodos directos cuando la persuasión fallaba. Alojadas en una serie de tiendas de campaña a lo largo de la frontera de Arizona, los equipos en la línea mojada a veces les daban una paliza a los inmigrantes indocumentados, los ‘cesarchavistas’ empleaban la violencia aún más ampliamente en el lado mexicano de la frontera para evitar los cruces”.
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