Una madre de Estrella de Oro criticó a Colin Kaepernick en un discurso del 4 de julio donde comparó a su difunto hijo, soldado de primera del Cuerpo de Marines Christopher Phoenix-Jacob Levy, quien dio todo por su país, con el ex mariscal de campo, que es millonario.
Kaepernick, quien encendió la tendencia de los atletas a protestar el himno nacional por negarse a ponerse de pie durante “The Star-Spangled Banner” (La bandera estrellada), ha estado en las noticias recientemente después de que se reveló que Nike retiró un zapato patriótico con una bandera estadounidense con el tema de Betsy Ross después de que Kaepernick, nombrado por Nike como la cara de una de sus campañas publicitarias, se opuso.
La madre de Levy, Amanda Jacobs, habló sobre el ex atleta en el “Mitin para libertad” (Rally for Freedom) del jueves, según The Daily Wire.
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“Cuando miro este país hoy y le digo a la gente, y he querido decir esto en voz alta tantas veces, a Colin Kaepernick le pagaban $14 millones de dólares al año por lanzar una pelota”, dijo Jacobs.
“Mi hijo murió por $14.000 al año y ha dado más de lo que cualquier jugador de fútbol, cualquier atleta, haya dado”.
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Franklin Graham tuiteó, “Amanda Jacobs, mamá de Estrella de Oro, compartió ayer un mensaje poderoso para honrar a su hijo, soldado de primera del Cuerpo de Marines Christopher Phoenix-Jacob Levy, en el Rally for Freedom en Washington, DC. A los 11 años, él le dijo que quería defender la libertad de Estados Unidos el 11 de septiembre”.
Gold Star Mom Amanda Jacobs shared a powerful message yesterday to honor her son, fallen Marine Lance Cpl. Christopher Phoenix-Jacob Levy, at the Rally for Freedom in Washington, DC. At age 11, he told her he wanted to defend America’s freedom on 9/11. 1/2 https://t.co/fbDCwonAi3
— Franklin Graham (@Franklin_Graham) July 5, 2019
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“Estoy más que agradecido por el sacrificio que este joven y tantos otros como él han hecho para protegernos, y el gran sacrificio de los miembros de su familia. Oremos por Amanda Jacobs y todos los miembros de la familia de Estrella de Oro hoy. Somos la tierra de los libres, debido a los valientes”, siguió.
I’m beyond grateful for the sacrifice this young man & so many others like him have paid to protect us, & the great sacrifice of their family members. Let’s pray for Amanda Jacobs & all Gold Star family members today. We are the land of the free, because of the brave. 2/2
— Franklin Graham (@Franklin_Graham) July 5, 2019
Levy fue asesinado el 10 de diciembre de 2011, después de sufrir heridas fatales en la provincia de Helmand en Afganistán.
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“Estos dos niños aquí pueden mirar una bandera y decir que es el tío Jacob”, dijo Jacobs.
“Para eso estamos aquí hoy, no porque quisiera ser una madre de Estrella de Oro”, agregó.
“Yo recibía estrellas doradas en la escuela por sacar notas, pero esta estrella de oro que uso todos los días no es para mí, es debido a lo que mi hijo eligió hacer sin mi permiso, créanme, y tengo un joven de 17 años que hace lo mismo y es por lo que creían”, dijo.
“Escucho a estos marines que vienen a mi casa y se quedan por cuatro días. Saben, tengo 30 marines que duermen en mi piso y es genial, pero nos dicen que lo único que los motivaban fue cuando podían mirar hacia arriba y ver esa bandera a la que tenían la esperanza de volver a casa y la esperanza de que este país iba a cambiar para mejor, no para peor”, dijo Jacobs.
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En 2017, Jacobs contó la historia de su hijo en una publicación para Army Times.
“Tenía 11 años cuando el 11 de septiembre ocurrió … y lo recogí en la escuela. Estaban cerrando escuelas, estaban cerrando todo”, escribió.
“En este momento, solo una de las torres había caído. Y cuando lo recogí, la segunda torre había caído. Él tenía curiosidad por lo que estaba sucediendo y le dije, ‘Bueno, piensan que son terroristas. No lo saben.’ Y él dijo, ‘Quiero vengarme a la persona que hizo eso’. Y yo dije, ‘Bueno, lo atraparán'”.
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“Él dijo, ‘No, yo voy a atraparlo. Quiero ser marine’”, escribió.
A mediados de 2011, Levy regresó a casa después de un período de servicio en Afganistán, dijo su madre.
“Iba a regresar como lo que ellos llaman [un] ‘reemplazo de combate’. Y yo dije, ‘¿Entiendes lo que eso significa? Vas a reemplazar a hombres que estaban en combate, que no lo lograron o que nunca regresarán’. Y él dijo, ‘Lo sé, pero estaré bien. Logré pasar el primero’”.
La última vez que escuchó de su hijo fue el 14 de noviembre, y esperaba que su llamada telefónica significara que podría volver a casa para el Día de Acción de Gracias.
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“Y él dijo, ‘No, pero necesito decirte que vamos a una zona conflictiva y no podré hablar. Es por un par de semanas, sin llamadas telefónicas, sin correos electrónicos, pero todo estará bien’”, ella recordó.
Luego llegó el día que Jacobs temía.
“Estaba en el trabajo. Y a las 12:32, recibí — recibes un mensaje codificado en tu teléfono. Y después de eso llegó un mensaje, recibirás una llamada telefónica. Hay algo serio”, escribió.
“Recibí la llamada y me preguntaron dónde estaba … dijeron, ‘Necesitamos que venga a casa’. Y en este momento dije, ‘No, necesitan decirme qué está pasando’. Y dijeron, se trata del soldado de primera Levy, cuéntenos cuánto tiempo pasará hasta que [llegue a casa] y nos veremos allí”.
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Jacobs relató esa Navidad. Había colocado un árbol, pero no había hecho nada más.
“Tenía regalos allí debajo. Regalos que había comprado para Jacob, y nada más. Afortunadamente, algunos de los [marines] me llamaron para ver cómo estaba. Ellos dijeron, ‘¿Cómo te va?’ Y dije, ‘Bueno, los otros [los hermanos de Jacob] no tendrán nada para Navidad, porque no voy a salir’. Bueno, estos muchachos salieron y compraron todo tipo de cosas de niños — videojuegos, todo eso — y los envolvieron, los metieron debajo del árbol, decoraron el árbol antes de Navidad”, escribió.
“Así que esa es nuestra pequeña tradición: Entran, colocan los árboles, traen adornos que les recuerdan a Jacob, o hacemos adornos aquí, así que ahora tenemos hasta tres árboles de Navidad”, agregó.
“Vienen y traen a sus esposas y sus familias, y cada vez es más grande. Lo disfrutan porque han pasado de verse todos los días, hasta ahora, saben que al menos verán a todos en diciembre”, escribió Jacobs.
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