Al terminar la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés), o la Coachella conservadora como me gusta llamarla, este fin de semana pasado en Orlando, Florida, dos cosas quedan muy claras: hay un nuevo Partido Republicano liderado por populistas, y Donald J. Trump bien podría ser el candidato presidencial republicano en 2024, te guste o no.
La conferencia denominada “Estados Unidos no cancelado” comenzó con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien publicitó cómo Florida ha sido un “oasis de libertad” con las puertas abiertas al negocio, en marcado contraste con los estados demócratas bajo confinamientos opresivos.
El estado de la economía del país relacionado con la pandemia y la necesidad de conservadores en Estados Unidos fueron dos temas de gran importancia el sábado para una estrella republicana emergente, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem.
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“La COVID no aplastó la economía; el gobierno aplastó la economía”, dijo ella. Noem presionó por un gobierno limitado de, por y para el pueblo. Algunos recordarán que Dakota del Sur nunca emitió órdenes de confinamiento o de cubre facial, y tampoco proporcionó una definición de cuáles negocios eran “esenciales”. Noem simplemente no cree que sea la responsabilidad del gobierno “[pisotear] los derechos de las personas”.
Los oradores participantes durante todo el fin de semana incluyeron personas como el senador de Texas, Ted Cruz, el exsecretario de Estado Mike Pompeo y el representante de Ohio Jim Jordan, entre muchos más.
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La agenda de America First (Estados Unidos Primero) estuvo en plena exhibición en casi todas las sesiones, destacando la importancia de autogobernarse, la necesidad de proteger la libertad de expresión, la batalla contra Silicon Valley, la seguridad fronteriza de nuestro país, la amenaza de China y la preservación de nuestra Constitución.
El domingo era el día que todos habíamos estado esperando, con comentarios del expresidente Donald Trump. Mientras Trump se dirigía al escenario, fue recibido por una ovación de pie y vítores de “¡USA!” Una de las primeras cosas que dijo el expresidente fue, “¿Ya me extrañan?”. Respuesta clásica de Trump.
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Es difícil creer que Trump dejó el cargo hace solo seis semanas. Repasó su larga lista de logros en los últimos cuatro años, encabezados por la agenda de Estados Unidos Primero, y la destrucción que la administración Biden ha causado en tan poco tiempo.
Al hablar sobre el futuro del movimiento, Trump hizo saber que no tenía planes de iniciar un tercer partido. Muchos creían que había planeado liderar un “Partido Patriota”, pero en cambio parece que se basará en lo que ya está establecido y se hará cargo.
Trump dijo que el partido necesita “líderes republicanos duros, fuertes y enérgicos que tengan fuerza de voluntad de acero” y luego el presidente número 45 mencionó los republicanos sólo de nombre (RINO, por sus siglas en inglés) y las élites del ‘establishment’ (sistema) en el Congreso que le dieron la espalda. “Sáquenlos a todos”, dijo, presionando que esos republicanos sean desafiados.
Hay una guerra civil en el partido. Por mucho que el Partido Republicano no quiera admitir, lo hay — son los populistas contra el sistema. Mike Pence, Mitch McConnell, Liz Cheney, Adam Kinzinger, Mitt Romney y Nikki Haley estuvieron ausentes de CPAC este año, y eso dice mucho. Dudo que incluso si hubieran asistido, la multitud habría sido cortés.
Aunque no habrá un tercer partido, este fin de semana demostró que el Partido Republicano es el partido de los nuevos renegados, los desplazados, que luchan contra el sistema y cuestionan la autoridad. Congresistas francos como Matt Gaetz y Josh Hawley son prueba de que el Partido Republicano está cambiando.
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Me considero parte de la derecha populista y, como muchos otros, estamos hartos y cansados de estas élites del sistema cuyo único interés son ellos mismos y no luchar por las personas que los votaron en el cargo.
Después de hablar durante aproximadamente una hora y media, el expresidente concluyó sus comentarios diciendo que juntos en los próximos años, “Recuperaremos la Cámara. Ganaremos el Senado. Y luego un presidente republicano hará un regreso triunfal a la Casa Blanca. ¿Y me pregunto quién será?
“Estoy sumamente seguro de que para nuestro movimiento, para nuestro partido y para nuestro país, nuestros días más brillantes están por venir”.
Trump tiene razón: el nacionalismo está ganando terreno, y yo, por mi parte, nunca me disculparé por amar a Estados Unidos y anteponer nuestros intereses.
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Donald Trump sigue siendo el líder del Partido Republicano, e incluso si no decide volver a postularse, quienquiera que desee ganar la nominación presidencial republicana tendrá que ser aprobado por Trump.
El movimiento de Estados Unidos Primero no va a desaparecer; en todo caso, se está fortaleciendo día a día. Así que mantén esa energía MAGA — serán tres interesantes años.
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